miércoles, 30 de enero de 2008

Lateríos y fritangos

"Cocina para impostores" es la nueva biblia para quienes viven deprisa y alegan que no tienen tiempo para alimentarse bien. Y para componer un menú impostor, "que no pasa de cinco euros", propone "astutas recetas de cocina usando congelados, latas y conservas".
El menú lo componen explicaciones claras, directas "para gente que no sabe ni encender el gas". Y un detalle: incluye proporciones para un solo comensal. "¡Basta de ingredientes para cuatro personas. ¿Y los que estamos solos qué?", reivindica Falsarius Chef, el autor.
Frente a "las recetas enloquecidas", Falsarius trabaja mucho el supermercado. “Hago comida de subsistencia. Trabajo con medios sencillos y no doy nada por sabido", dice orgulloso.
¿Y el laterío imprescindible?: frascos de cristal de verduras y legumbres; un buen atún o bonito del norte; vasitos de arroz SOS (con ellos Falsarius borda la "paella hereje"); sopa de cebolla de sobre; botes de tomate; cebolla, ajo, romero, orégano, pimentón ("para el toque mediterráneo") y una caja de langostinos congelados.
"Siempre que en un plato impostor pongas un langostino, la gente se ciega y dice que es la bomba. Piensan que te has pasado tres horas cocinando, cuando sólo has estado un rato". Pero ése es el truco de los cocineros impostores: engañar a otros comensales, pero sólo en las habilidades, "no se puede bajar la guardia en la calidad".

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