miércoles, 23 de abril de 2008

De qué callada manera...


¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera !
(Yo, muriendo)

Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era risa siempre,
nunca llanto,
como si fuera la primavera?
(No soy tanto)

En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo)

Nicolás Guillén