martes, 15 de abril de 2008

Satisfacción


¿Por qué es tan necesaria la satisfacción?
¿Será acaso para sentirse vivo?
¿Para sentirse esclavo de una fascinación?
¿Para soñar despierto y proclamarse vivo?

¿Para sentirse magnánimo, en la cumbre?
¿Para doblegar el espacio sin condiciones?
¿Para saberse dueño del deseo y la lumbre?
¿Para poseer la exclamación sin inhibiciones?

¿Para escribir con sangre este poema?
¿Para sentirme creador en este espacio?
¿Para diferir en eso de cada loco con su tema?
¿Para encarar el destino de esta tinta no leída?

Satisfacción quédate en esta tierra
Y dale sentido a esta vida


Modificado de Mashas

Plenitud


Delante está el carmín de la emoción.
Y al fondo de la vida,
por el suave azul nublado,
entre las cobres hojas últimas
que se curvan en éxtasis de gloria,
la eterna plenitud desnuda.


(Y el agua una se ve más.
El color es más él, más sólo él,
el olor solo tiene un ámbito mayor,
el calor todo se oye más.
Y grita
en el aire, en el agua,
sobre el calor, sobre el olor, sobre el color,
ante el carmín de la pasión segunda,
la eterna plenitud desnuda.)


¡Armonía sin fin, gran armonía
de lo que se despide sin cuidado,
en luz de oro para luego verde,
que ha de ver tantas veces todavía,
ante el carmín de la ilusión,
la interna plenitud desnuda!


Juan Ramón Jiménez

Alegría


Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.

Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
(Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía. )

Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.

Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.

José Hierro