lunes, 26 de noviembre de 2007

División celular

Renacimientos del poema

De una tensión nace el poema,
duele el poema cuando nace,
duele estar naciendo siempre al poema,
duele andar doliendo siempre
el nacimiento de una tensión
que no prescribe,
porque el poema
no tiene fecha de vencimiento,
nadie sabe si a la larga vencerá
o, vencido por la tensión
del duelo de nacer,
extenderá extenuado el aliento
para no nacer más a otra mirada,
tendido en voz baja
a un costado de la página extinta.

De una tensa tinta nace el poema que se extiende
más allá de la palabra que prescribe el diccionario
más allá de la palabra que proscribe el nacimiento
más allá de la proscripción de la palabra a manos
de los que se desentienden del duelo
abierto en el centro de la tensión
vencedora del poema.


De una apretada
victoria nace el poema,
tendido sobre la hoja
cuyo centro de tensión pasa por el aliento
de la palabra que abre,
como por vez primera,
los ojos a la voz nueva de otra mirada.


Juan Planas