Pero nosotros no queremos, ni amamos o acariciamos a una sola persona. ¿Qué hacer? ¿Dirigir la escena a través de esas intimidades distintas? ¿Llevar una contabilidad pedante de temas, palabras, gestos? ¿De los conocimientos y los secretos comunes? Sería un veneno que va goteando silenciosamente."
Tren nocturno a Lisboa. Pascal Mercier
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