lunes, 5 de mayo de 2008
Romance del prisionero
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sólo yo, triste y cuitado,
vivo en aquesta prisión;
sin saber cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Anónimo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)