"Pero lo que más que nada contribuye
directamente a nuestra felicidad es un humor jovial, porque esta buena
cualidad encuentra inmediatamente su recompensa en sí misma. En efecto, el que
es alegre tiene siempre motivo para serlo, por lo mismo que lo es."
"Nada puede
remplazar a todos los demás bienes tan completamente como esta cualidad,
mientras que ella misma no puede reemplazarse por nada. Que un hombre sea
joven, hermoso, rico, y considerado, para poder juzgar su felicidad la cuestión
sería saber si, además es alegre; en cambio si es alegre, entonces poco importa
que sea joven o viejo, bien formado o contrahecho, pobre o rico: es
feliz."
"Así pues debemos abrir
puertas y ventanas a la alegría, siempre que se presente, porque nunca llega a
destiempo, en vez de vacilar en admitirla, como a menudo hacemos, queriendo
primero darnos cuenta de si tenemos motivos para estar contentos por todos
conceptos, o por miedo de que nos aparte de meditaciones serias o de graves
preocupaciones; y sin embargo, es muy incierto que ellas puedan mejorar nuestra
situación, al paso que la alegría es un beneficio inmediato. Ella sola es, por
decirlo así, el dinero contante y sonante de la felicidad."
"Es
cierto que nada contribuye menos a la alegría que la riqueza, y nada contribuye
más que la salud; en las clases inferiores, entre los trabajadores de la
tierra, se observan los rostros alegres y contentos; en los ricos y grandes
dominan las figuras melancólicas."
Sobre la felicidad - Arthur Schopenhauer