Era un tipo tan honesto, que para la inmensa mayoría, era un sospechoso delincuente.
Era un tipo tan cretino, que en foros políticos se le consideraba visionario.
Se adscribió de tal forma a la mentalidad de su partido que no pudo nunca más recuperar su identidad.
De tanto pedir permiso, se murió.
Decía tantas veces 'sí' cuando en realidad pensaba 'no' que acabó confundiendo 'yo' con 'tú' y acabó sintiéndose 'nadie' cuando estaba ante 'alguien'.
Álex Rovira
1 comentario:
chiquillo, estamos golisniando tu blog
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