Cada vez que me asomo
Al umbral de mi esperanza.
Aquellas ilusiones, lejos de disolverse,
¡Oh iluso!, se agigantan
A pesar del tiempo y la distancia.
Cual columna imprescindible
Mantiene erguidos mis proyectos
E insufla vida a mis anhelos.
Quizá no es más que un espejismo
Cuya agua sorbo para no caer, inane,
En el sofocante desierto cotidiano.
Mas, a pesar de su irrealidad,
Le procuro credibilidad…
Sin ella, a buen seguro, sólo resta la nada.
Álvaro
1 comentario:
Muy muy muy bonito, en encantó. Besos con abrazo. Juany
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