viernes, 29 de junio de 2012
Más de 100 mentiras
Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, altares.
Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.
Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.
Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barro, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.
Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca, perfume, violencia.
Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.
Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, ninguna bandera,
nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre de primavera.
Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
qué importa, lo siento, hasta siempre, te quiero,
hinchas del Atleti, gangsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.
Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.
Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y Le Pera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera.
Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes son nombre sin ley ni rutina,
tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas.
Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
ángeles caídos, barquitos de vela,
pobres exquisitos, ricos miserables,
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.
Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.
Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma.
Joaquín Sabina
sábado, 16 de junio de 2012
lunes, 4 de junio de 2012
Alegría
"Pero lo que más que nada contribuye
directamente a nuestra felicidad es un humor jovial, porque esta buena
cualidad encuentra inmediatamente su recompensa en sí misma. En efecto, el que
es alegre tiene siempre motivo para serlo, por lo mismo que lo es."
"Nada puede
remplazar a todos los demás bienes tan completamente como esta cualidad,
mientras que ella misma no puede reemplazarse por nada. Que un hombre sea
joven, hermoso, rico, y considerado, para poder juzgar su felicidad la cuestión
sería saber si, además es alegre; en cambio si es alegre, entonces poco importa
que sea joven o viejo, bien formado o contrahecho, pobre o rico: es
feliz."
"Así pues debemos abrir
puertas y ventanas a la alegría, siempre que se presente, porque nunca llega a
destiempo, en vez de vacilar en admitirla, como a menudo hacemos, queriendo
primero darnos cuenta de si tenemos motivos para estar contentos por todos
conceptos, o por miedo de que nos aparte de meditaciones serias o de graves
preocupaciones; y sin embargo, es muy incierto que ellas puedan mejorar nuestra
situación, al paso que la alegría es un beneficio inmediato. Ella sola es, por
decirlo así, el dinero contante y sonante de la felicidad."
"Es
cierto que nada contribuye menos a la alegría que la riqueza, y nada contribuye
más que la salud; en las clases inferiores, entre los trabajadores de la
tierra, se observan los rostros alegres y contentos; en los ricos y grandes
dominan las figuras melancólicas."
Sobre la felicidad - Arthur Schopenhauer
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